CUANDO TODOS SE VAYAN

En el año 2022 Jorge Posada y yo grabamos una serie de conversaciones en su casa de Tánger. Pensamos utilizarlas como base para un libro de cuentos. Los dos éramos fanáticos de Rey Rosa, por lo que se deduce el tono de lo siguiente.
Faustino Cardoza.



FC: Llevas seis años fuera de México ¿extrañas alguna cosa?
JP: En realidad no. Mi hijo vive aquí con mi pareja, el escultor argentino Daniel Ahuem. Me comunico con frecuencia con mis amigos. Ahora que lo pienso sólo extraño los largos paseos que daba por las calles de la ciudad, caminatas que duraban tres o cuatro horas. Aun para esos años ya era raro que un hombre gastara sus horas así.

FC: En nuestra juventud eran impensables los mexicanos en el exilio.
JP: Era una condición de sudamericanos o de europeos del este. [Hay que recordar que JP salió de México debido a los sucesos del doce, después de permanecer año y medio en la cárcel. Nota del editor.]

FC: ¿Sufres debido a esta situación?
JP: En parte. Pero fue algo que me obligó a moverme, a repensar muchas cosas. Estaba demasiado cómodo en México. Aquí soy una especie de Felisberto Hernández, doy clases de español a señoritas cincuentonas, leo en una biblioteca antiquísima y escribo.

FC: Ha cambiado tu físico. Estás muy delgado. [A partir del 2020 JP perdió más de treinta kilogramos debido a su enfermedad. N. del E.]
JP: Dento de poco desapareceré.

FC: Pero escribes...
JP: Más por manía que por otra cosa. ¿Quién recordará a un tipo con un solo libro y que en su momento dio la espalda al monstruo gubertamental de Almadía? Escribo para no salir a caminar por las madrugadas, para acercarme al hermoso cuerpo de Daniel.

FC: ¿Sigues pensando en aquello de que un escritor es una especie de Jocker?
JP: No era tan así. Los que tenían esa posibilidad eran los críticos. Era una idea procedente del Batman de Burton, allí el Jocker en algún momento destruye varias obras pictóricas del XIX pero salva un cuadro de Bacon. Un agente del caos apuesta por la dureza y la ferocidad de Bacon. Así los críticos tienen la posibilidad de apostar por la desesperación, por aquellos autores que se pierden en sus propios libros.

FC: ¿En la actualidad existen aún autores así?
JP: Juan Antonio Carols en la novela Exposiciones y el chileno Lapie en casi toda su obra poética.

FC: Si el escritor no es el Jocker, ¿quién es?
JP: Un tipo que no existe, un tipo que se encierra en un cuarto y teclea durante horas. Es una de las voces que el Jocker escucha.

FC: ¿El Jocker como un paranoico?
JP: Sí. El crítico como un desestabilizador.

FC: Pero un crítico difícilmente crea.
JP: No pienso en un crítico redactor de reseñas o de listas antológicas, sino en aquellos escritores que esn sus obras rescatan a los bombarderos.

FC: ¿Bolaño?
JP: Sí, auque en la cabeza tenía el nombre de autores más cercanos como Joseph Taner. Pero Bolaño sirve, por él leí antes de la reintena a Pauls, a Perec, a Gadda, a Castellanos Moya. Además el chileno es un caso emblemático, por lo menos en México: una generación estaba ansiosa por emular una parte de su biografía, la del escritor publicado en Anagrama, la del escritor respetado y laureado en los Congresos de Literaratura (así con mayúsculas). Pocos o ninguno estaban despuestos al escarnio, a la pobreza, a la enfermedad y a los excesos. Porque en México se busca el equilibrio y la certificación: escritores atletas galardonados, el que no quiere ser erudito sueña con ganar por lo menos dos premios al año.

FC: Los premios dan dinero.
JP: Pero no lo hacen por dinero. La mayoría vive del dinero de sus padres o de las becas del gobierno. Lo hacen por el respeto que otorga un premio. Buscan las estrellas en la frente.

(JP hace un gesto para que cambiemos de tema.)

FC: ¿Viajas mucho?
JP: El último año visité el sur de Turquía y este planeó ir a Sudáfrica. [Cabe recordar que fue hasta el 2025 que África se convirtió en la prisión de los criminales ecológicos.]

FC: ¿No vas a Europa?
JP: No. Los que van constantemente son Daniel e Ireneo. Hace unos meses estuve a punto de ir a Barcelo con Ánuar Zúñiga y su hija pero por una complicación médica al final desistí.

FC: Cuando saliste de México ¿por qué elegiste Marruecos?
JP: Marruecos se remonta a mi infancia, al primer libro que tuve en las manos: un Atlás, allí de todas las banderas existentes la que mayor fascinación me produjo fue la de fondo bermejo con una esterlla verde en el centro. Después vinieron novelas y autores. En mi imaginación Tánger era y es un lugar donde los exiliados encuentran su cuerpo.

FC: ¿Fuiste un perseguido político?
JP: No. Por supuesto que no. Almadía ejerció un poco de presión, pero sería exagerar afirmar eso.Para mi historia personal soy más bien un figitivo, pude haber elegido la resistencia pero preferí huir. En ese sentido para mí siempre fue misterioso y fascinante el caso de Fray Luis con su huye que sólo el que huye escapa. Además varias de sus composiciones giran alrededor de un hombre que busca de una salida. Fray Luis sería un extraño antecesor de Kafka (ríe).

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